Misteri d'Elx
Tramoyas
El gran escenario del Misterio de Elche es la Basílica de Santa María, un templo barroco cuya construcción se inició en 1673, bajo la dirección del arquitecto Francesc Verde. Fue levanto sobre el solar que ocuparon otros edificios religiosos dedicados a Santa María en su Tránsito: la mezquita musulmana, consagrada al cuto cristiano por Jaime I tras la conquista de 1265, una iglesia de estilo gótico (1334-1492) y otra de estilo renacentista (1492?-1672). En los más de cien años que duraron las obras del templo actual, fueron dirigidas por Pere Quintana (1674-1678), Joan Fauquet (1681-1719), Fr. Francisco Raimundo (1720-1727) y Marcos Evangelio (1754-1767). En su ornamentación escultórica intervino Nicolás de Bussy, autor de la notable portada Mayor y de la de San Agatángelo. El edificio, finalmente, fue consagrado en 1784, tras la conclusión de su capilla de la Comunión, de estilo neoclásico, que proyectó Lorenzo Chápuli y levantó José Gonzálvez de Coniedo. La iglesia ostenta los títulos de Insigne (1789) y Basílica Menor (1951).
La escena propiamente dicha se dividide en dos partes bien diferenciadas: el escenario horizontal o "terrestre" y el vertical o "aéreo".
El primero de ellos está formado por un tablado o cadafal de forma cuadrada que se levanta en el crucero del templo -ligeramente introducido en el presbiterio- y que aparece rematado mediante una pequeña barandilla de barrotes salomónicos, cubierto por una gruesa alfombra e iluminado con doce ciriales. Su ubicación en el centro geométrico de la iglesia permite que los espectadores, según la costumbre medieval, puedan situarse por sus cuatro lados.
A este tablado se accede desde la puerta mayor del templo -situada a los pies de la nave central- mediante un plano inclinado denominado andador, por donde entran todos los personajes de la obra a excepción de los que descienden directamente desde el cielo. A lo largo de este corredor se hallan colocados en las pilastras de la nave tres grupos escultóricos o pequeños altares que representan paisajes claves en la Pasión de Jesucristo: el huerto de Getsemaní, el monte Calvario y el Santo Sepulcro.
El escenario aéreo o vertical se instala en la cúpula de la iglesia que, durante las representaciones de la Festa, simboliza el cielo. La cúpula se cubre totalmente en la base de su anillo toral con una gran lona pintada con nubes y ángeles En esta lona hay solamente una apertura cuadrada -situada de manera excéntrica hacia el lado del presbiterio- que puede abrirse y cerrarse mediante unas puertas corredizas, "las puertas del cielo". Por encima de la lona, oculto a la vista de los espectadores, se instala en voladizo un pequeño tablado de madera que permite a los tramoyistas realizar todas las operaciones y trabajos necesarios para bajar y subir los aparatos aéreos con los personajes del mundo celestial.
Dichos aparatos son tres. La Nube o Granada en la que desciende el ángel que anuncia a María su muerte. Está formado por dos repisas octogonales unidas mediante cuatro barras de hierro. El artefacto se cierra totalmente con ocho alas o gajos practicables pintados de color rojo por su parte exterior que le dan un aspecto esférico cuando sale o entra en el cielo; pero después de descender unos metros, mediante unos tirantes de cuerda, estas alas o gajos se abren pudiéndose entonces contemplar en su interior -totalmente adornado con oropel- al niño que simboliza un ángel. Aparatos escénicos de este tipo aparecen documentados con relativa frecuencia en representaciones medievales, fundamentalmente en ceremonias de tipo áulico -la primera referencia, como indica Francesc Massip, aparece en la coronación de Martín el Humano, en 1399- y tenían un gran éxito, ya que su disposición permitía ocultar a su ocupante y mostrarlo en el momento escénico adecuado.
El segundo aparato aéreo de la Festa es la Recèlica o Araceli. Presenta aspecto de retablo: en su centro aparece el denominado Ángel Mayor, de pie, y a su alrededor se distribuyen arrodillados sobre dos repisas superiores y dos repisas inferiores otros cuatro personajes que figuran ángeles, dos adultos arriba y dos niños abajo. En el segundo acto del Misterio, el citado Ángel Mayor es sustituido por la imagen de la Virgen de la Asunción -patrona de Elche-, venerada en la Basílica de Santa María. Como la Granada, el Araceli es también un artefacto teatral de origen medieval y tiene su nacimiento en las representaciones navideñas de la visión de la Sibila.
El último de los aparatos escénicos de carácter aéreo usado en el Misterio ilicitano es el llamado Coronación o Trinidad. Se trata de un artefacto con estructura de retablo, similar al Araceli, pero de tamaño más reducido. En su parte central se sitúa un trono en el que toma asiento el cantor que representa al Padre Eterno y a sus lados, sobre dos repisas, se arrodillan dos niños que figuran las otras dos personas de la Santísima Trinidad. Este tercer aparato escénico parece ser más tardío que los dos anteriores y su origen podría estar en el mismo Elche, ya que no se han hallado referencias a artefactos semejantes en otras representaciones.
Estos tres ingenios suben y bajan atados con unas gruesas maromas -una para la Granada y el Araceli y otra, más corta, para la Coronación- que son accionadas mediante dos tornos movidos a mano situados en las terrazas del presbiterio de la iglesia.
Los cantores que no descienden del cielo se visten y caracterizan fuera del templo, en la ermita de San Sebastián, un pequeño oratorio del siglo XV en uno de cuyos altares se veneró la imagen de la Virgen de la Asunción hasta 1648, situado a unos cincuenta metros de la iglesia de Santa María. Desde esta ermita, al inicio de la obra, parten los cantores en un pequeño cortejo festivo precedidos por la Banda Municipal de Música con lo que, también las calles de la ciudad se convierten en escenario de la Festa. Escenario que se amplia a toda la antigua ciudad amurallada cuando en la mañana de la festividad de la Asunción de la Virgen, se realiza la procesión-entierro de María, cuya imagen yacente es portada por los personajes del Misterio y acompañada por los fieles ilicitanos.